Terraplanistas reconocen la evidencia científica tras experimento en la Antártida

Un grupo de terraplanistas, acompañado por defensores de la ciencia, llevó a cabo un curioso experimento en la Antártida con el fin de "resolver de una vez por todas" el debate sobre la forma de la Tierra. A pesar de que la forma esférica del planeta ha sido un hecho comprobado desde hace siglos, el llamado "Experimento Final" resultó ser un revés para varios de los participantes, quienes tuvieron que enfrentarse a la evidencia científica.

El viaje fue organizado por el pastor Will Duffy, quien expresó en un comunicado previo: "Después de esta expedición, nadie tendrá que perder más tiempo discutiendo sobre la forma de la Tierra". El objetivo de los terraplanistas era observar el fenómeno del Sol de medianoche, un fenómeno visible solo en las regiones polares durante el verano del hemisferio sur, que contradice la teoría de la Tierra plana.

Entre los terraplanistas que participaron en la expedición se encontraban Jeran Campanella, Sean Griffin y Austin Whitsitt, conocidos por sus canales en YouTube dedicados a promover la teoría de la Tierra plana. En el otro bando, expertos en ciencia como Dave Farina (Professor Dave Explains) y SciManDan formaron parte del equipo que buscaba demostrar la veracidad del modelo esférico.

Tras llegar a la Antártida, los participantes fueron testigos del fenómeno del Sol de medianoche, que solo puede ocurrir en un planeta esférico con un eje inclinado. La observación del sol visible durante las 24 horas del día obligó a algunos de los terraplanistas a cuestionar sus creencias previas. Campanella, por ejemplo, admitió en su canal de YouTube: "A veces te equivocas en la vida. Pensaba que no había sol las 24 horas, pero ahora sé que sí existe".

Sin embargo, a pesar de reconocer el fenómeno del Sol de medianoche, Campanella y otros miembros del grupo mantuvieron cierta reserva sobre aceptar la teoría esférica de la Tierra, sugiriendo que el fenómeno podría tener explicaciones alternativas. A pesar de esto, el experimento representó un golpe significativo para las teorías terraplanistas, al demostrar que el Sol de medianoche no puede ocurrir en un modelo de Tierra plana.

El proyecto, que incluyó transmisiones en vivo desde la región, también desmintió la idea de que la Antártida está completamente inaccesible para los civiles, como sostenían algunos defensores del terraplanismo. En cuanto a los costos, cada participante tuvo que invertir cerca de 31.500 euros para el viaje.

Este experimento, aunque no logró convencer a todos los terraplanistas, dejó claro que enfrentarse a la realidad científica puede ser un desafío para quienes defienden creencias infundadas, pero también mostró que la evidencia sigue siendo la herramienta más poderosa para desmentir teorías desacreditadas.